Distintas
legislaciones, códigos éticos, recomendaciones, datos y experiencia de los
diferentes países del mundo donde se practica la muerte digna. Este reportaje
le dará una visión completa
Por Beatriz Talegón
Ayer por la tarde (se refiere al 11 de febrero de 2020) se daba luz
verde a la proposición de ley que hará posible despenalizar la eutanasia en
España. De esta manera, cuando se culmine el proceso legislativo, España será
el cuarto país de Europa, junto a Luxemburgo, Bélgica y Holanda donde será
legal morir de manera digna y voluntariamente.
A nivel mundial, ocupará el
sexto puesto, junto a Colombia y Canadá.
El pasado año se puso en
marcha el proceso en Vitoria (Australia) para proceder a su regulación.
Son setenta millones de
estadounidenses de nueve estados de EEUU los que tienen derecho a un suicidio
asistido, aunque solamente cuando su supervivencia se estime en un periodo de 6
meses o menos. Diecinueve estados están actualmente analizando cómo sumarse a
esta regulación que ya está implantada en Oregón (1994), Washington (2008),
Montana (2009), Vermont (2013), Colorado (2016), California (2016), Hawai
(2018), Nueva Jersey (2019), Maine (2019), y Washington (2016). Este estudio de impacto de las leyes de muerte asistida en la asistencia sanitaria de EEUU
durante 2019 aporta todos los datos sobre la materia.
Precisamente, la experiencia
que tiene el estado de Oregon se ha plasmado en este documento, que sirve de
guía para poder basarse en las lecciones aprendidas al respecto de «cómo asumirla complejidad de los cuidados al final de la vida».
Abordar esta cuestión responde
a la consideración, principalmente, de la opinión pública, puesto que según los
sondeos realizados, un 84% de la población española estaría de acuerdo con la
eutanasia para casos de enfermedad irreversible. Así lo apuntaba Metroscopia en
2017.
Ya en el año 2015 la cifra era
de un 77,5% según el CIS.
Situación en otros países del mundo.
Países
Bajos.
Holanda: en abril del año 2002
se convirtió en el primer país del mundo en legalizar la eutanasia. Pero fue el
único por poco tiempo, pues inmediatamente después en Bélgica y Luxemburgo se
procedió a legalizarla del mismo modo. Son los tres países de europa donde es
legal la muerte asistida.
En Holanda se aplica para
enfermos con dolores insorportables y con enfermedades irreversibles. Es el
paciente quien debe pedirle al facultativo que dé los pasos oportunos. El
médico, por su parte, tiene la obligación de consultar con otro facultativo
para tomar la decisión definitiva.
En el informe sobre los datosrelativos a la eutanasia en Países Bajos, se refleja el número de usuarios que
la han solicitado (17.900) y a cuántos finalmente se les practicó (6.800).
El Código de Buenas Prácticassobre eutanasia para profesionales de Países Bajos ofrece una detallada
información al respecto sobre cuestiones tanto prácticas, como legislativas.
Enfoques éticos y maneras de proceder ante estas situaciones. Según el propio
documento del Código: «El alto número de respuestas recibidas demuestra que los
médicos (aparte de algunos comentarios críticos) consideran el código
principalmente una valiosa fuente de información. Casi el 90% de los asesores
conocía el código. Pero, por el contrario, casi el 80% de los médicos
encargados no lo conocían.»
Otro ámbito a abordar, que
todavía en España no se comenta, es el de la eutanasia neonatal. Se trata de la
eutanasia practicada a recién nacidos, que en Países Bajos se ha convertido
también en una opción legal y el Protocolo de Groningen permite identificar
situaciones en las que puede ser apropiada. Se trataría de casos en los que los
recién nacidos tuvieran deficiencias muy severas y circunstancias específicas.
Bélgica.
En Bélgica el procedimiento es
similar, aunque no es necesario tener una edad determinada para solicitarla. En
caso de tratarse de un menor de edad, es necesario el consentimiento paterno.
Además, añade el caso del sufrimiento psíquico irremediable.
Es interesante echar un
vistazo a este documento en el que los médicos realizan algunas aclaraciones
sobre la eutanasia en Bélgica. En qué momentos, cómo y de qué manera se ha de
proceder de acuerdo con la ley.
Fuera
de la UE.
Colombia y Canadá también
recogen la muerte digna como una posibilidad amparada dentro de la legalidad.
Para conocer el informe anual
sobre Canadá y la eutanasia, pulse aquí. Y en este texto puede encontrar un pormenorizado análisis sobre la legislación canadiense en materia de muerte
asistida.
En Portugal se intentó poner
en marcha el proceso legislativo en el año 2018, pero no se llegó finalmente a
conseguir.
Eutanasia pasiva.
Siempre y cuando el enfermo
haya expresado su voluntad, la eutanasia pasiva consiste en «dejarle ir»: dejar
de administrarle la medicación o ayuda que le permite estar vivo. Esto se
permite en Suiza, Alemania o Austria.
También está reconocido en las
legislaciones de Suecia, Noruega, Dinamarca y Finlandia.
URUGUAY, JAPÓN Y LA INDIA. SÓLO SI ES PASIVA.
Uruguay cuenta desde 2014 con la ley 18.473 de Voluntad Anticipada, que establece que las personas mayores de edad y en plenas facultades psíquicas pueden oponerse a recibir los tratamientos médicos indicados, incluso si esto supone que pierdan la vida. Sería, por lo tanto, un caso de eutanasia pasiva, igual que ocurre en Japón y la India, donde la muerte digna está permitida solo en estos términos.
URUGUAY, JAPÓN Y LA INDIA. SÓLO SI ES PASIVA.
Uruguay cuenta desde 2014 con la ley 18.473 de Voluntad Anticipada, que establece que las personas mayores de edad y en plenas facultades psíquicas pueden oponerse a recibir los tratamientos médicos indicados, incluso si esto supone que pierdan la vida. Sería, por lo tanto, un caso de eutanasia pasiva, igual que ocurre en Japón y la India, donde la muerte digna está permitida solo en estos términos.
Sedación paliativa.
En España está permitida la
también conocida como «sedación terminal». Se trata de un tratamiento
reconocido por la Organización Médica Colegial y la Sociedad Española de
Cuidados Paliativos que la engloban dentro del tratamiento de los cuidados
paliativos.
La
diferencia con el suicidio asistido.
La principal diferencia es que
en el caso de eutanasia, es necesaria la intervención médica. En el suicidio
asistido, no. En este caso se trata de dispensar los medicamentos necesarios
para terminar con la vida.
Existe una guía ética médica
sobre el manejo del final de la vida y la muerte: unas directrices médico
éticas de la Academia Suiza de Ciencias Médicas aprobada por el Senado de la
ASSM en mayo de 2018. Puede consultarlo aquí.
En Suiza no se contempla
castigo para quienes ayuden a otra persona a morir: eso sí, debe ser de manera
altruista. Aquí puede consultar la información relativa al informe anual sobreayuda médica al suicidio en Suiza (año 2017)
Esto viene siendo así desde
los años cuarenta. Precisamente porque era el único lugar del mundo donde esto
era posible, se crearon organizaciones que prestaban ayuda a personas
procedentes de todo el mundo que acuden a Suiza para acabar con su vida, y
morir dignamente.
En Alemania, por ejemplo,
existen sentencias que avalan la asistencia al suicidio, aunque la falta de
legislación en este sentido hace que las decisiones queden al albur de los
jueces.
En Washington, en Oregon y
Vermont se plantea el suicidio asistido como un derecho a decidir de las
personas.
Algunas asociaciones
consideran que la Ayuda Médica para morir (MAID en inglés por sus siglas), no
debe denominarse «suicidio asistido». Consideran que en el debate terminológico
existe un tabú, que es el de la muerte voluntaria, que según ellos en Europa no
ha tenido tanto calado como en Estados Unidos.
Las
cifras.
Según la publicación del mes
de abril de 2019 del observatorio de bioética, las muertes por eutanasia aumentan.
En el año 2017 murieron en el
mundo más de 13.000 pacientes por suicidio asistido en los países en los que
las prácticas están legalizadas.
Si quiere profundizar más en
esta cuestión, pulse aquí.
En Nueva Zelanda decidirán a través de un referéndum
este año.
La ciudadanía neozelandesa
decidirá durante los próximos meses sobre la práctica de la eutanasia. El
Parlamento ha aprobado en el pasado mes de noviembre la Ley de Decisión Final
de Vida, y permitirá a los enfermos adultos terminales que lo soliciten tener
ayuda para morir. Pero solamente entrará en vigor si es refrendada por una
mayoría de ciudadanos a través del referéndum que está previsto realizar este
año.
Un paso más allá: La Vida Cumplida.
Estos días se ha conocido el
debate que en Países Bajos están poniendo sobre la mesa. Se trata de
considerar, de manera voluntaria, que una persona ya no quiere vivir más. Sin
necesidad de dolencia, ni enfermedad. Sencillamente, cuando uno considera que «no
quiere vivir más, porque ha cumplido con su vida».
Este debate está ahora mismo
sobre la mesa. «El gobierno ha propuesto
una legislación que daría acceso al suicidio asistido a los ciudadanos mayores
que tengan la sensación de haber ‘completado’ su biografía. Esa legislación
serviría a personas mayores “sanas” con un deseo real y bien reflexionado de
terminar sus vidas, sintiendo además la necesidad de participar activamente en
ello. Toda legislación en este sentido se sumaría a la actual Ley de Eutanasia
que se dirige a personas con un sufrimiento insoportable e incurable, que tiene
su origen (total o parcialmente) en una situación médica». Esta es parte de la
reflexión que plantean en este documento donde se han publicado las reflexiones
del Real Colegio de Médicos Holandés (KNMG) en torno a la «respuesta y Posición del Gobierno sobre la Vida
Cumplida».
Consulte aquí las distintas
legislaciones vigentes:
A continuación le facilitamos
las distintas legislaciones vigentes en la materia:
- Países Bajos Ley determinación de la vida a petición propia (2002)
- Bélgica Ley de eutanasia(2002)
- Luxemburgo Ley de cuidadospaliativos, eutanasia y suicidio asistido (2009)
- Canadá Ley de ayuda médica amorir (2016)
- Victoria (Australia) Ley demuerte asistida voluntaria (2017)
En contra.
Se trata de un tema
controvertido, sobre todo desde la perspectiva de las religiones. En este
sentido, el pasado mes de octubre representantes del cristianismo, el islam y
el judaísmo firmaron una declaración conjunta en Roma donde pedía que la
eutanasia y el suicidio asistido fueran prohibidos sin excepción en cualquier
lugar del mundo, al considerarlo moral e intrínsecamente erróneos.
En el documento, que hizo
público El Vaticano, rechazaban categóricamente cualquier presión o acción sobre
los pacientes para inducirles a poner fin a sus vidas, apostando por el fomento
de cuidados paliativos en casos en los que la medicina y la ciencia no puedan
hacer nada para curar al paciente.
En el documento que
presentaron también hacían referencia a la necesaria objeción de conciencia que
deberían plantear los profesionales sanitarios a la hora de que les soliciten
ayuda para morir.
El documento nació como
iniciativa conjunta del rabino Avraham Steinberg y el Papa Francisco.
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